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Levántate

"El vencedor no es aquel que cruza primero la línea de meta, sino el que logra levantarse a cada golpe". No sé exactamente de quien es esta frase, pero servirá de inspiración para este artículo. Durante el último mes he tenido que pelear contra dos males: uno físico y otro "emocional". El físico se denomina ciática y me provocó un dolor en la pierna derecha con el que no he podido hacer esfuerzos; el "emocional", sanguijuela, la cual casi me absorbe toda mi energía... Un mes francamente frustrante, pero del que sólo se puede extraer una cosa: hacen falta cosas peores para "derribarme". Y digo esto porque en momentos así sólo te queda coger la bicicleta, con la que tan buenos momentos has pasado, e ir ascender ese puerto precioso, duro, incomparable, llamado alto de la Cobertoria. Lugar, para mí, obligado de peregrinación y que es toda una medicina natural. Durante su ascenso sientes como si una aguja se fuera adentrando paulatinamente en el estómago. Han sido tantos días agobiantes, por esos dos males que la debilidad física es máxima. Sin embargo, a medida que aumenta el dolor físico, sientes una sensación de crecimiento mental. Sólo queda pedalear e ir observando como poco a poco se acerca la cima. De fondo oyes esa música que ha servido, también, para subir tu moral. Cuando llegas al alto, otra vez, ese aire frío, cortante, es aliviador. Rodeado de montañas nevadas, de soledad,... Ahora sí, ahora ya has pasado página, ahora esos dos males son solamente dos amargos recuerdos que se perderán en la negra noche de los tiempos. Te esperan cientos de puertos, cientos de rutas, cientos de amigos y de compañeros de pedal... ¡Volvamos allá!

Demasiado tiempo ahí sola.

Esto es lo único que hay...

Esto es sentir dolor...

Bon voyage, ciática... Bon voyage, sanguijuela...

2 comentarios

REO -

No desbarres tanto contra las sanguijuelas que pueden servir para curar la ciática, según los chinos ¿no?

José Ramón -

Tu esta batalla ya la has ganado. Haría falta algo mucho mas fuerte para derribarte y, aún así, estoy seguro que resurgirías como el ave Fenix.
Ánimo Montero y feliz regreso.