Y Valverde, al fin, Campeón del Mundo

Con 38 años, en su 17ª temporada como profesional; tras un montón de medallas de plata y bronce; tras una Vuelta a España, finalizada hace dos semanas, en la que todo se fue al traste (las opciones de victoria final) en los dos últimos días; cuando parecía que su mejor momento ya había pasado; que las mejores oportunidades se habían diluido en el tiempo, Alejandro Valverde ha hecho la carrera de su vida. Ha tenido que ser en uno de los Mundiales más duros de los últimos tiempos, en Innsbruck, donde el murciano se ha enfundado el maillot arcoiris...al fin. Porque este momento se ha hecho esperar mucho, muchísimo. Algunos, por aquí, llevamos mucho tiempo viendo ciclismo y a Valverde ya lo habíamos imaginado así en el Mundial de Madrid (el de 2005 que se llevó Boonen) o, incluso, 8 años después, el de, vamos a decirlo así, "falta de entendimiento" con Purito Rodríguez, que dejó a ambos sin el título. Soñábamos, en sus inicios, con un Valverde pleno de Mundiales y de Clásicas, alejado de grandes vueltas, o corriendo una por temporada. Pero no, su obstinación le ha llevado además a correr las tres en un mismo año. Es su decisión y la de sus preparadores, pero la historia dice, y acaba reconociendo que Valverde es un gran clasicómano, un gran ciclista de carreras de un día, el dominador exclusivo de la Flecha-Valona, el ganador de 4 Liejas y que, por fin, ya tiene la corona más preciada.