Roglic-Pogacar, choque de trenes
Era necesario y es siempre necesario, en cualquier deporte, que haya un duelo, un par de bandos en los que los aficionados se posicionan: "soy más de Roglic, me gusta por su arrancada, por su seriedad, por esto y por lo otro"; "prefiero a Pogacar, por su atrevimiento, por su agresividad, por su ansia de ganar,...". Y los medios también lo necesitan, necesitan alimentar esa rivalidad hasta que el choque de trenes se produzca, como no, en la mejor carrera del mundo, en el Tour de Francia, y en las mejores condiciones para ambos. En unos días Roglic y Pogacar se verán las caras en la Itzulia, pero no será lo mismo, aunque la diversión para el aficionado parece asegurada como en la temporada anterior.
¿Estamos, verdaderamente, ante una rivalidad en igualdad de condiciones? Creo que no, creo que hemos visto y estamos viendo al mejor Roglic, en tanto que a Pogacar no se le ha visto "techo". Su descomunal demostración en la Strade-Bianche, su manera de ganar, lo mejoran respecto a su versión de la temporada 2021. En la prueba italiana del sterrato Pogi soltó un ataque dantesco a más de 50 kilómetros y se fue en solitario:
Sólo un ataque "a todo o nada" en el mejor escenario, puede cambiar el destino al que nos encaminamos con este Pogacar 2022, con lo más parecido a Eddy Merckx o Bernard Hinault que se ha visto nunca. Porque Indurain o Froome o el mismo Contador nunca dominaron la temporada al completo, se centraban en las grandes vueltas y en otras rondas menores, pero no ampliaban su dominio a las clásicas como sí ocurre con el esloveno, quien amenaza con ampliar su palmarés de Monumentos (Lieja-Bastogne-Lieja y Giro de Lombardía).
¿Es Pogacar el heredero del Canibal Merckx? ¿O es osada la comparativa?
(FOTO PORTADA: https://twitter.com/TirrenAdriatico)
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