Julio sin Tour

El año 2020 está siendo tan extraño que ya ha llegado julio y se echan de menos esas cabeceras televisivas recordándonos que las tardes miramos a Francia. Ni París, ni Alpes, ni Pirineos, ni Macizo Central, ni Roubaix, ni Mont Saint-Michel, ni Ballon D’Alsace, ni Niza, ni Marsella, ni Perpignan,... Los diarios están cojos sin la información del Tour, falta algo a los informativos radiofónicos, falta algo a las televisiones. Nos falta el Sky, nos falta Movistar, nos falta Perico hablando del Obiski, nos falta Carlos de Andrés indignándose por las mismas cosas que pasan en la Vuelta, nos faltan las discusiones con amigos, familiares o por las redes. Faltan los artículos de ciclismo2005 apostando por tal o cual corredor o si hay que poner la lupa en el extraño rendimiento de aquel otro. Me falta Indurain, me falta Merckx, me falta Hinault y me faltan todos esos a los que recurro para comparar el recorrido de la etapa del día con aquella en la que los grandes escribieron páginas de gloria. Echo de menos el Tourmalet, el Galibier, Alpe D’Huez o todos esos puertos nuevos... Julio, así, no es lo mismo. Llevamos meses y meses en pandemia, con reestructuración de todo y, por supuesto, de las competiciones deportivas, pero julio no es lo mismo sin el Tour.

En los últimos tiempos el canal Teledeporte ha optado por reponer algunas etapas de ciclismo y esta web, a través de su red social Twitter, sigue insistiendo en que no estaría mal que, en este extrañísimo mes de julio, emitiera completamente uno de ellos en concreto: el Tour de 1989. Sabemos bien que han optado por emitir casi en exclusiva "éxitos patrios", pero la gran mayoría de los aficionados al ciclismo son "rara avis": sigue el deporte, no exclusivamente al deportista patrio. El Tour de 1989 fue, posiblemente, el mejor de la historia, una lucha a tres entre el vencedor de la Vuelta a España (y del Tour de año anterior), el del Giro de Italia y un recuperado Greg Lemond, que volvía tres años después a la carrera.

Nos falta algo...