Una Vuelta sin Asturias, ¿y?

Hacía la friolera de 17 años que la región asturiana no se ausentaba en los recorridos de la Vuelta a España. Presencia que, en este período, se ha caracterizado por los finales en alto, muchos de ellos inéditos en la carrera (Coto Bello, Farrapona, Cuitunigru, Cubilla, Sotres, Cruz de Linares, Fancuaya, Gamoniteiru, Praeres, Acebo,...), junto a otros que tienen una gran tradición: Lagos de Covadonga y Angliru.

En 2009, en esa última edición en que no se transitó por Asturias, no fueron pocos los que hablaron de escasez de montaña, de dureza, como también había ocurrido cinco años atrás (la anterior ausencia asturiana en los recorridos de la carrera), y sin embargo hubo varias etapas de alta montaña que no se pueden menospreciar en absoluto. Las jornadas de Velefique y Sierra Nevada de aquella edición rondaban (o sobrepasaban) los 5000 metros de desnivel y contaban con ascensiones que en cualquiera de las otras dos Grandes Vueltas serían calificadas de Categoría Especial como el mismo Venta Luisa, Ragua o Sierra Nevada.

Flaco favor hacen los medios oficiales si, como hace 17 años, vuelven a menospreciar las montañas granadinas, almerienses, catalanas, levantinas u oscenses, aunque ya hace unos meses, a propósito del recorrido de 2025, en una vuelta al pasado más negro (de ignorancia), volvieron al mantra de que "aquí no hay montaña"... 

Hay montaña, y de muchísimos kilates, y hay alta montaña, además, sin estrenar (Pal, Pradell, Fumanya, San Cristóbal, Peña Hincada, Fonte da Cova, Gobernadas, Haza de Lino) o transitada en escasísimas ocasiones (la Ragua, Rassos de Peguera, Velefique, Peñas Blancas). Unipublic tiene una ocasión perfecta para demostrar que la alta montaña en la Vuelta a España no es patrimonio exclusivo de Asturias.