O Gran Camiño Cycling bajo la nieve
Estaba comiendo cuando, en uno de los grupos de ciclismo de wassap en los que estoy, se comentaba que la etapa de O Gran Camiño, la nueva Volta a Galicia resurgida más de 20 años después, se paraba por la nieve. Me apresuré a poner las imágenes y ya vi la etapa suspendida, a corredores subiéndose a los coches y a los comentaristas diciendo algo así como que "vaya frío, es comprensible,...". Miraba la tele, enfocaban la meta, y yo veía la carretera limpia. Ni los tejados de Sarria parecían blancos, sino mojados, muy mojados.
En las horas siguientes me sumergí en múltiples conversaciones, varias llevando todo al terreno de la seguridad de los ciclistas, a pedirles ciclismo de otro tiempo y poco a poco fui poniendo distancia: con las imágenes, con los argumentos, con las explicaciones, con la defensa de unos y otros, con las "informaciones", con las "justificaciones". El problema, para mí, es que el postureo lo ha devorado todo. Ya teníamos las imágenes de los ciclistas sufriendo las inclemencias meteorológicas durante 160 kilómetros y, ahora sí, nos preocupábamos de la seguridad de los ciclistas, de los esforzados de la ruta. Quedaban ya 20 kilómetros para finalizar la etapa, lo cual, para un profesional no supone más allá de media hora más de trabajo...porque para un profesional, por mucho que varios quinceañeros entrados en años se esfuercen en vestirlos de superhéroes, no son más que profesionales de este deporte que nos gusta, pero ya, un trabajo.
Siento venir a soltar una ostia de realidad, pero en muchos trabajos, en muchísimos, se pasa frío. Un frío de la ostia, un frío brutal tras estar subido a un andamio durante horas, o a estar plantado en una carretera mientras cientos de coches, camiones, motos, te pasan rozándote la cara. Un frío descomunal tras estar descargando o cargando camiones; un frío de la ostia mientras vas a toda velocidad por la calle para pillar el metro, el bus, el tren para ir al trabajo o a estudiar... Es la vida en sí, una ostia de realidad continua. ¿Y qué decir de los ciclistas de antes? Pues que tenían peores carreteras, peores materiales, peores tejidos e, incluso, en la mayor parte de los casos, peores cámaras para recoger aquellas imágenes de los ciclistas. Y para desgracia de muchos, no había redes sociales, no había posibilidad de posturear. Como la realidad misma, se va a trabajar, se cumple, se pasa página y a por otro día.
En las imágenes que contemplamos de esta primera etapa de O Gran Camiño Cycling, había nieve, carreteras despejadas y unos corredores escapados y otros en pelotón. Un día frío y difícil... Cuando paras una de las cuatro etapas de una carrera como ésta, hay que ir más allá: hay que pensar en el trabajo de los organizadores durante todo un año, en los patrocinadores de la carrera y de los propios equipos, los fuertes y los no tan fuertes, los que tienen carreras suficientes a lo largo de la temporada y también los que no tienen tanta oportunidad de lucimiento. Pensad, pensad... mientras tanto podéis preguntar a vuestra pareja, a vuestros padres, a vuestros hijos, a vuestros nietos, a vuestros abuelos, qué tal le ha ido el día, si hoy ha pasado frío... y ayer y anteayer, y si te has parado a mirarle a cara preocupándote tanto por su salud, por si pasa frío en el trabajo.
(FOTO: Eurosport)
0 comentarios