El día "D"
Llega la gran etapa de este Tour 2011, aquella que puede ser la sentencia total en la clasificación general. Si nos fiamos de las diferencias que hay en la misma, podría decirse que tenemos hasta 7 favoritos claros para hacerse con el liderato. Si vamos un poco más allá y nos guiamos por la historia de esta carrera, hasta Rigoberto Urán está en condiciones de dar la sorpresa... y no sería muy descabellado visto el buen rendimiento del Team Sky durante este Tour de Francia. Pero hay dos reyes por encima de todos: uno de calculadora y otro de sensaciones. Son Cadel Evans y Alberto Contador.
La trayectoria del australiano, hasta el día de hoy, es, prácticamente, impecable. No ha tenido ni un solo día malo y siempre ha rodado en cabeza. Con precisión y frialdad ha esquivado todo tipo de polémicas. Ahora mismo se encuentra en segunda posición en la general del Tour de Francia y a tres días de finalizar es el favorito número 1 para hacerse con la carrera, puesto que Voeckler, el bravo corredor francés, previsiblemente se hundirá en alguna de las etapas montañosas que tenemos por delante. La diferencia con Contador y Andy Schleck se sitúa por encima del minuto, lo que, con una contrarreloj de por medio aún, le favorece todavía más.
Pero hay un elemento que trata de llevarse por delante toda lógica. La lógica que dice que correr el Giro provoca una excesiva fatiga que influye de forma decisiva en el Tour de Francia. La lógica de desmoralizarse al sufrir tantas caídas. Contador está sobreponiéndose a todo eso y a una inoportuna lesión en la rodilla que le incapacitó para atacar en los Pirineos. La respuesta del madrileño está siendo sobresaliente, aunque le falta dar la puntilla definitiva a la carrera, lo cual, previsiblemente, ocurrirá en la etapa del 21 de julio de 2011, aquella en la que se ascienden tres puertos por encima de los 2000 metros, los tres de categoría especial. Una jornada de más de 200 kilómetros que finaliza en una de las cimas míticas del ciclismo, por primera vez: el Galibier.
La etapa cuenta con el terrible Agnello, el puerto más duro del Tour, con más de 20 kilómetros al 6,8% de pendiente media y sus últimos 10 kilómetros a una media próxima al 10%... Llegará, seguidamente, el turno del Izoard, lugar de eternas batallas en otros Tours, puerto que alcanza los 2360 metros de altitud, y cerrará el Galibier por el Lautaret, ascensión no tan dura como las anteriores, pero que, con el desgaste acumulado, puede servir de estocada definitiva para los corredores. A esas alturas de carrera, y de Tour (no nos olvidemos que estamos ya en la última semana de carrera), esas rampas del 6-7% que tan fácilmente sobrepasaban los ciclistas en los primeros días, se convierten en auténticos muros merced a la escasez de fuerzas.
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