Blogia
39x28 ALTIMETRÍAS

El ciclista que muchos quisimos ser

Hace mucho tiempo, muchísimo, estábamos esperando en un bar a que tuviera lugar la presentación del equipo en el que corría. Era el "Coque Uría" de Mieres y creíamos que estaría presente el ciclista que daba nombre a nuestro club, además de Manuel Jorge Domínguez. Pero Coque no pudo asistir y le pidió a un joven corredor, que acababa de pasar a profesionales, que fuera en representación suya. Ya en aquel entonces sabía quien era porque solía salir en prensa. Rubiera ya había despuntado mucho en el equipo que Banesto tenía en la categoría sub-23, pero los directores no le daban la oportunidad de pasar a profesional, así que optó por hacerlo con el conjunto "Artiach". ¡Cómo fue posible que a los maestros Unzúe y Echávarri se les escapase un "diamante en bruto" como el asturiano! Pero sí, fue posible. Y no tardaron en darse cuenta los otros equipos de la calidad que éste atesoraba, así que al año siguiente fue el Kelme el que se hizo con sus servicios.

Llegó la época post-Indurain y el Giro dejó de interesar a las cadenas televisivas, así que enterarse de lo que estaba pasando en esta carrera se convirtió en una tarea muy difícil (por el teletexto leía las últimas informaciones). Una vergonzosa manera de actuar de los medios que llega hasta estos días. Y en esas estábamos cuando Rubiera participó en el Giro del año 1997.  Poco a poco iba escalando posiciones en la general, hasta que llegó Falzes y se destapó con una de las exhibiciones más increibles que se recuerdan. Había entrado en la escapada del día y cuando se desataron las hostilidades entre los favoritos de la general, éstos no solo no le recortaron tiempo, sino que, incluso, aumentó la diferencia. Aún recuerdo las imágenes de Canal Plus al día siguiente en un pequeño resumen que dieron de la etapa... Rubiera ha sido un corredor de pocas victorias, pero las conseguidas han sido francamente brillantes (logró otra más en el Giro 2000). Sin embargo, el papel en el que ha destacado ha sido en el de gregario. Muchos jóvenes deberían repasar la genial etapa que hizo Rubiera camino del Angliru en la Vuelta a España del año 2000. Tal vez eso fue lo que convenció a Armstrong para ficharlo... Porque llegamos al que, para mí, ha sido el momento cumbre de su carrera y por el que será recordado para siempre: Alpe D’Huez 2001. El norteamericano pasó un mal momento en el primer puerto, pero se dedicó hacer "teatro" durante el resto de la jornada, haciendo creer a su rival, Ullrich, que no iba bien. Comienza la ascensión definitiva y surgen de manera fulgurante Rubiera y Armstrong, éste a rueda del primero. La cara de incredulidad del alemán aún se recuerda...

El gran campeón tenía una total confianza en el asturiano. Un gregario completísimo que sabía llegar en el mejor momento de forma a la carrera por etapas más importante del mundo: el Tour de Francia. Pero los años pasan para todos y el norteamericano abandonó el ciclismo en 2005. Rubiera siguió compitiendo hasta que a finales de 2008 y cuando ya tenía decidido colgar la bicicleta, el "amigo americano" le pidió que continuara un año más... y otro... En aquel momento de dominio del US Postal, uno casi se aburría del sometimiento que hacía al resto del pelotón, pero cuando la vuelta de "los viejos rockeros" se consumó, parecía que el ciclismo resurgiría otra vez. De nuevo Armstrong y Rubiera juntos, de nuevo evocábamos la imagen de Alpe D’Huez...

Y llegamos al definitivo 2010 en el que la Vuelta a España ascendía a Coto Bello, la cima "Chechu Rubiera", el puerto que rinde homenaje a este gran corredor. La organización de la ronda española decide, sin embargo, dejar fuera de la carrera al equipo de Rubiera, nada menos que al Radio Shack... Una vergonzosa actuación que será mejor olvidar. Pero como Unipublic no dejó que la fiesta de Coto Bello fuera completa con Rubiera, el pasado 30 de octubre tuvo lugar el Criterium Ciudad de Oviedo en el que el bravo corredor de Baldornón se despidió, esta vez sí, de la afición asturiana. Me fui a ver ese homenaje, como muchos aficionados al ciclismo, porque Rubiera es el tipo de corredor que muchos quisimos ser. No un gran campeón, sino un ciclista que consiguió buenas victorias, que dio lo mejor de sí para que otros ganaran y que cumplió con el ciclismo y con los buenos aficionados a este deporte

Gracias Chechu.

¡Qué te vaya bonito!

0 comentarios