Evans, Campeón del Mundo

Cadel Evans, uno de los "eternos segundones" del pelotón mundial en los últimos años, se proclama Campeón del Mundo de la prueba de ruta. En una época de carreras controladas, de pinganillos y de corredores con poca iniciativa, uno de sus baluartes, el australiano, se lleva el título. Y es que incluso en la celebración estuvo a la altura de los tiempos. No recuerdo una celebración tan insípida de una victoria tan importante, como esta.

Evans es uno de esos corredores controladores que no ha destacado en ninguna disciplina y nunca ha tenido el aprecio del público. Pero no todo son criticas, ya que estamos ante uno de los ciclistas más rocosos, más solidos de los últimos años y, tambien, uno de los más regulares. Su primer momento de gloria llegó en el Tour de Francia de 2007, ya con 30 años cuando estuvo a punto de llevarse la victoria final. Sólo unos pocos segundos le apartaron de ésta, la cual fue a parar en el español Alberto Contador. Convencido de que tenía un Tour en sus piernas, y tras años de estar en las posiciones de mérito (aunque no en los puestos privilegiados del podio) hasta ese año, en 2008 se prepara a conciencia. Apoyado por un equipo en el que era su figura indiscutible, llega a la salida como favorito número 1, puesto que Contador, ya en el Astaná, se ve privado de participar. Pero le sale otro "grano" español, otro corredor veterano como él, otro corredor sólido como él, aunque mucho más brillante en la montaña: Carlos Sastre. En Alpe D’Huez, el abulense sentencia la carrera y a Evans, dejándole en segunda posición, otra vez. 2009 se lo plantea como el año de la victoria, aunque los especialistas creen que su gran oportunidad ya ha pasado. En un Tour al que vuelven Contador y Armstrong, más el habitual Sastre y que vive la eclosión de Andy Schleck, su papel de favorito ya no está tan claro. Y ello se demuestra cuando llegan las primeras etapas de montaña en las que el australiano pierde comba con facilidad. Finaliza el Tour fuera del podio y tambien del "top-ten", lo cual se interpreta como su declive, posición que ni mucho menos comparte. Evans participa en la Vuelta a España para intentar demostrar que lo de Francia ha sido un accidente, pero las adversidades se suceden, sobre todo en la etapa de Sierra Nevada donde un pinchazo le descuelga de manera definitiva del grupo de favoritos y, tal vez, de la victoria final. Pero la última crono le devuelve la alegria, finalizando en el podio junto a Valverde y Samuel.

Llega, una semana después, el Campeonato del Mundo. Fuera del cartel de favoritos, sin un equipo que lo arrope, Evans juega sus bazas basadas en su calidad individual y su experiencia, la cual le sirve para arrancar en el momento decisivo de la carrera y llevarse el título de Campeón del Mundo. Una victoria merecida por su trayectoria, siempre muy regular, aunque sin grandes logros hasta este Mundial.