EN TORNO A LAS ETAPAS DE LA VUELTA 2005

En muy poco tiempo, una nueva edición de la Vuelta a España se habrá puesto en marcha. Una Vuelta que, paulatinamente, va perdiendo “gas” (no hay que dar más que echar una ojeada a los foros de ciclismo para ver que es una opinión generalizada), debido, no ya sólo por la escasez de figuras extranjeras que opten por concentrar sus esfuerzos en la ronda española, sino también por unos recorridos que dejan bastante que desear.Sólo refiriéndose a Asturias, las llegadas son de lo más clásico que podamos encontrar, pero se continúa diseñando una etapa de los Lagos “sin pimienta” (es decir, con puertos de envergadura antes de la ascensión final) o con muy poca (el Fito, en ocasiones). La omisión de puertos de entidad cercanos, como la Tornería (5 kms. a un 8%), el Torno (8 kms. a un 6%, y rampas del 13 y el 14%), Fresnidiello (4 kms. al 9%), Mohandi (6 kms al 7,5%) y, sobre todo, la Collá Llomena, el “Muro” de Ponga, (8 kms. al 9,2%) es la nota predominante. Y no valen las excusas de que el kilometraje de las etapas se dispare, porque los tres últimos se pueden enlazar en menos de 45 kilómetros. Y si hablamos del recorrido de la etapa de Pajares, mejor no comentar nada. Sólo una cosa: se la califica como la etapa “reina”, pero los expertos de ciclismo saben que Valgrande-Pajares sólo tiene 4 kms. realmente duros, que la distancia entre los puertos es más que excesiva (sólamente entre la Colladiella y Pajares hay cerca de 40 kilómetros), que no hay una ni una subida de más de diez kilómetros seguidos (tan solo la última y con las características ya descritas), etc. Los organizadores se empeñan en señalar que no hay terreno en España para grandes etapas de montaña, pero siguen sin modificar los recorridos, sin buscar alternativas (seguimos con la etapa de los Lagos, con la de Ávila, con la de Navacerrada, con Sierra Nevada, con los Pirineos sin gente, etc.). Los recorridos los hacen duros los ciclistas, sí, pero los organizadores también deben poner de su parte, porque seguramente la imagen de “Chaba” Jiménez que nos quedará inmortalmente grabada será aquella surgiendo entre la niebla del Angliru (y no de ninguna de las 4 etapas que ganó el año anterior), porque la de Rominger será la de aquella cabalgada camino del Naranco (con el vertiginoso descenso de la Cobertoria de por medio), porque la de Heras será aquella en la que aparecía coronado como “rey del infierno”, también en el Angliru (a pesar de vencer la Vuelta en tres ocasiones). Los puertos de San Lorenzo, la Golpeya, la Cubilla, las Estacas, Llomena, la Ascensión, la Tornería, el Pozo de las Mujeres Muertas, el Palo, el Connio, Tarna-las Señales, Somiedo, Ventana, el Viso y otros muchos, tan solo en Asturias, pueden llegar a ofrecer recorridos alternativos mucho más espectaculares que los de los últimos años (si exceptuamos el Angliru). Espero tragarme lo de las etapas asturianas, y disfrutar de grandes jornadas de ciclismo, pero me temo que el espectáculo se limitará al final de las mismas.