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Vuelta 2021, decepcionante finde

Vuelta 2021, decepcionante finde

Tenía buenas vibraciones con las dos etapas de este fin de semana en la Vuelta a España, desde que se supiera el recorrido allá por el mes de febrero, más conociendo como conozco gran parte del recorrido y los puertos de ambas jornadas. Por primera vez se ascendía al Villuercas, la vertiente de Acebadillas (de hormigón) se hacía como paso y la otra, la asfaltada, un puerto largo, como final "pajarero"... Y para el domingo, tras la meta en alto, una larga etapa en Gredos con cuatro puertos y final abajo, en El Barraco, pueblo con gran tradición ciclista. Pero el resultado ha sido, prácticamente, un chasco. Un chasco detrás de otro, porque, incluso ayer apostaba que la "fumada" del pelotón tendría consecuencias en la etapa del Barraco, pero ni aún así. 

En muchas ocasiones hemos acusado al organizador de exceso de finales en alto, de exceso de finales en rampón, de bloquear la carrera con llegadas similares, pero, llegados a este punto, ¿a qué o a quién vamos a echar las culpas? ¿A los organizadores? ¿A los ciclistas? ¿A los pinganillos? ¿A los directores? No será hora de mirarnos a nosotros mismos como aficionados. Queremos una etapa un "Fuente Dé 2012" en cada etapa, queremos un "Formigal 2016" cada día, queremos un "Guadalajara 2019" continuo y durante tres, cuatro o cinco horas seguidas. No tengo la impresión de que sea la peor Vuelta de la historia, ni muchísimo menos, pero tampoco la mejor. La decepción es lógica porque la carrera, hasta aquí, transcurría por los parámetros  normales y queda, aún, la semana final más dura de la Vuelta desde que Guillén es director de la Vuelta: la etapa con mayor desnivel, la crono, la llegada más mítica, los puertos de paso más duros y, a todo eso se suman dos jornadas trampa en Galicia, además de otra etapa presuntamente llana en Cantabria.

Por un lado este análisis global del espectáculo de la carrera y, por otro, el del análisis de la General: el exceso de confianza en derrotar al adversario ya le costó un Tour de Francia a Primoz Roglic hace un año y parece no haber aprendido la lección. Está claro que Eiking, el actual líder, no es Pogacar, pero en la Vuelta, a lo largo de la historia, ya hemos visto victorias mucho más sorprendentes: un tal Horner derrotando a uno de los grandes de la década, Nibali, en la Vuelta 2013.

(FOTO PORTADA: emoji extraído de https://sp.depositphotos.com/vector-images/decepci%C3%B3n.html)


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