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Indurain ha vuelto (Dumo gana el Giro 2017)

Indurain ha vuelto (Dumo gana el Giro 2017)

El 2 de enero de 1997 Miguel Indurain anunciaba que se retiraba del ciclismo profesional. Para los seguidores, muchísimos seguidores, (entre los que me incluyo) que tenía por todo el mundo fue un tremendo "bajón". Con sólo 32 años, tras 12 de carrera profesional, 5 victorias en el Tour de Francia, 2 en el Giro de Italia, principalmente, se iba uno de los grandes con un modo de competir diferente a los otros mitos de la historia del ciclimo. Un tipo alto, "pesado" a la hora de afrontar los grandes puertos, con una potencia descomunal que le hacía desbancar, y de que manera, a sus rivales en la lucha contra el crono, con una actitud siempre respetuosa con todos los rivales, nunca un mal gesto, nunca una palabra más alta que otra, ajeno a polémicas, a enfrentamientos.


Durante estos últimos 20 años hemos visto todo tipo de corredores, de campeones, con diferentes tipologías, aunque predominando los escaladores en los lugares más altos de los podiums. A ello han contribuido, y mucho, los organizadores, quienes han buscado el espectáculo en forma de rampas, de porcentajes y de pendientes imposibles. En 1996 el puerto más duro del mundo para el ciclismo mundial es el Mortirolo, con sus largos tramos por encima del 10% y alguna rampa de hasta un 18%. Las grandes vueltas tienen, como poco, dos grandes contrarrelojs indivuales, largas jornadas de montaña con varios puertos, en ocasiones finalizando en cima y en otras, abajo. En todo este periplo, de 1996 a 2017, han surgido Angliru y Zoncolan y los platos pequeños de los ciclistas son, en muchas ocasiones, de hasta 34 dientes, para superar los porcentajes tremendos que han de afrontar los ciclistas. Porcentajes que, en gran parte de las ocasiones, en más de un 90%, no han servido para acrecentar diferencias, para ver más espectáculo ciclista. No, el ciclista sube como buenamente puede, como "un sálvese quien pueda". Las organizaciones de las grandes vueltas han mermado a los rodadores, a los grandes contrarrelojistas, a cambio de estas jornadas que reservan para la parte final un espectáculo casi siempre de dudoso gusto: 4, 5, 6, 7, y, a veces, incluso más llegadas en alto, más rampas del 20% (o más). Etapas y más etapas de montaña, exigiendo, a los ciclistas, imposibles... Pírricos aquellos 13,7 kilómetros de contrarreloj individual del Tour 2015, pírrica aquella segunda crono individual de la Vuelta 2014 (menos de 10 kilómetros). ¿Acaso no es eso reirse de los aficionados al ciclismo de toda la vida? ¿De aquellos que han mamado el ciclismo de los 90 y que veían las competiciones como una búsqueda del corredor más completo?

Por el camino, por el larguísimo camino de estos 20 años, ha habido de todo, lógicamente, pero la tendencia ha sido esa: cada vez menos contrarreloj, cada vez más montaña, más llegadas en alto. 

Por ello la victoria de un corredor como Tom Dumoulin es un soplo de aire fresco a este ciclismo de los últimos años. Es la victoria del corredor completo, del que es un "croner" de excepcional categoría y, a la vez, un escalador al nivel de los mejores, de los que pesan 10, 15 o 20 kgs menos...

¿Es absurdo compararlo con Miguel Indurain? Pues como también era absurdo comparar a Indurain, en 1992, con Hinault o Merckx o Anquetil, como bien se hacía en aquellos tiempos. El tiempo dirá a lo que aspira este corredor capaz de destrozar a sus rivales en la contrarreloj de Montefalco y de ganar en el Santuario de Oropa...

Cierto aire a Merckx, físicamente...

De momento la historia le ha devuelto la gran vuelta que ya tenía en sus piernas hace dos años, en aquella ronda española de 2015, de las nueve llegadas en alto, de una sola crono (en la que destrozó también), de más de diez etapas de montaña, de la etapa de Andorra y sus 5000 metros, o la etapa de Ermita de Alba y sus ocho puertos y rampas del 26%. Por todo ello pasó Dumoulin hace unos pocos meses y sólo un momento de debilidad, en el penúltimo día, en Morcuera, en una genial estrategia de equipo de Astaná, le privó ya de apuntarse su primera grande.

¿Volveremos a un ciclismo más equilibrado? Por el momento el Tour 2017 se presenta con dos contrarrelojs individuales, aunque muy cortas (13 y 22,5 kms), en tanto que la Vuelta sigue por sus mismos derroteros de los últimos años (una única de 42 kms). Veremos si los organizadores toman nota de lo acontecido en este Giro 100...


1 comentario

reo -

Que Dumoulim haya ganado este giro es pa cagarse por la pata abajo.