Nibali sigue haciendo historia

En estos tiempos en que cualquier suceso se cataloga como histórico, por pequeño, minúsculo, insignificante, trivial o banal que sea, hoy sí, hoy podemos decir que el corredor Vincenzo Nibali ha hecho algo histórico, apuntándose la victoria en la Milan-San Remo.

Nibali ha roto el tedio de la carrera con un ataque valiente en la mítica subida al Poggio, aguantando, con emoción, la ventaja, para imponerse a un pronosticado sprint. Hacía mucho que una escapada no llegaba en este primer Monumento del año. Nibali, corredor con una legión de seguidores más allá de las fronteras de Italia, nos ha levantado del sillón (o del sillín, que alguno habría montado en la bici a esas horas, claro)... Nibali, un ciclista que más bien parece un currante de la vida, de los que se tira la semana en el taller y busca esos cortos momentos entre la salida del curro y la cena para meterse unos kilómetros a la semana, para luego el fin de semana poder "picarse" con la grupeta, un ciclista a la antigua que se "agarra" a cualquier circunstancia para buscar la ventaja, alejado de los atléticos ciclistas que hoy día se estilan por el pelotón (Sagan, Mathews, Dumoulin), con una estética más setentera u ochentera que actual... Ver a Nibali pedalear hacia la meta nos hace recordar los momentos en que necesitamos despejar la cabeza de los problemas, de volcarnos sobre la bici, sobre la carretera e imprimir toda la fuerza a nuestras bielas para olvidar. Pedalear para olvidar.

Volviendo al principio, algo histórico. Hoy Merckx y Gimondi tienen nuevo acompañante entre los ganadores de las tres grandes vueltas y la Classiccisima. No es poca cosa. Pero más allá del palmarés, brillante, de Nibali quedará siempre su estilo: atacando hasta el final.

FOTO: twitter @Milano_Sanremo