Nibali escribe una página histórica en el Tour
Que siento debilidad por Vincenzo Nibali lo sabéis bien todos los que entrais por el blog (o la web). Hoy realizó una de esas etapas que se quedan grabadas en la retina de l@s aficionad@s para siempre, atacando a 60 kilómetros de meta en una jornada en la que se pasaban grandes colosos alpinos. No en vano era la etapa reina, con Chaussy de salida, la gigantesca Croix de Fer, Molard y la larga subida final a La Toussiere. Más de 4000 metros en 138 kilómetros, y en donde el ganador ha marcado una media de 31,5 km/h.
La etapa salió de manera fulgurante, con mucho ritmo y ataques ya de Contador y Nibali en Chaussy, pero todo se vio frenado por otra de las absurdeces que se han cometido en el recorrido de este Tour de Francia: un llaneo de 25 kilómetros que ha cortado la continuidad entre puertos. ¿Cómo puede ser? Pues mirad los mapas y comprobaréis que la Chaussy y Croix de Fer (por Glandon) se pueden unir sin llano entre puertos. Otra ocurrencia más... pero en esta ocasión ha servido para cortar el ritmo y dejar que el Sky, que estaba completamente desarmado, se volviera a reconfigurar. Froome ha respirado tranquilo en lo que podía haber sido su principio del fin, y además inesperado, puesto que Quintana, de quien se esperaba mucho más, no ha dado señales de presencia hasta cinco kilómetros de final, cuando ha atacado para quitar algo más de 30 segundos.
Pero volvamos a Croix de Fer. Allá Astana, a mitad de puerto, ha vuelto a tomar responsabilidades. Claro, con Movistar, que tiene a dos hombres en el podium, bien representado en el grupo principal, se pone a endurecer la carrera el equipo del 7º. Ver para creer. A pocos kilómetros de llegar a la cima Alejandro Valverde ha lanzado un potente ataque y poco a poco ha ido abriendo hueco, pero el rearmado Sky se ha puesto a tirar. Valverde, que en ese momento cuenta con la compañía de su ex-compañero Rubén Plaza, sin embargo, recula... Y llega la hora de Nibali, que lanza un ataque de esos a los que tiene acostumbrados. Porque Nibali no es un "pancartero", un corredor que se encuentra con etapas por casualidad, sino un ganador que sigue y sigue, a pesar de que en este Tour las cosas no van como en el 2014. Pasa segundo por la Croix de Fer y alcanza, posteriormente, a Pierre Roland, que marchaba escapado. Aún aguantará el francés el empuje del campeón italiano en el col du Mollard, situado en mitad de la bajada de la Croix de Fer.
Nibali corona en primera posición Mollard y se lanza en pos de la victoria... Por detrás, viendo que se les puede escapar el podium, Movistar decide que no, que no puede dejar que el Tiburón amplíe diferencias. Claro, tienes a Quintana en segunda posición, a tres minutos del líder, pero decides que lo importante es que no te quedes sin la tercera plaza. Ya aquí, hace unos días, avisé de que Movistar quería más el podium con Valverde que la victoria con Nairo, que es incapaz de dar un puñetazo encima de la mesa para decir bien claro quien es el capo del equipo en el Tour...
En la Toussiere, Nibali se va ya en solitario, como los grandes, como lo que es, porque Nibali, reitero, aunque algunos comentaristas de renombre intenten ningunearlo, es uno de los pocos corredores en la historia del ciclismo que ha sido capaz de vencer en las tres grandes vueltas: Anquetil, Gimondi, Merckx, Hinault, Contador y el italiano... Pero no, aún nos empeñamos en decir que el año pasado ganó porque no estaban los mejores. Pues hoy sí estaban... Y tuvieron que ver como Nibali escribía historia mientras los demás se quedaban con las migajas.
Mañana voy con Nibali, como no, por el tercer puesto, el segundo, o lo que sea. A mí que no me vengan que Movistar y Valverde son españoles (y queremos españoles en el podium). No, prefiero ciclismo de ataque, y no el insulso Tour que se ha marcado Movistar.
3 comentarios
reo -
Montero79 -
roberto -