Tour 2015: un primer análisis del recorrido
Salió hoy a la luz el recorrido del Tour de Francia 2015, criticadísimo desde el minuto uno debido, sin ninguna duda, a la casi ausencia de contrarreloj individual. Tan solo 14 kilómetros programados para el primer día de competición y ahí acabará la lucha individual contra el cronómetro, porque habrá otra, ya en la novena etapa, pero por equipos, una de las cosas más extrañas que se recuerdan en toda la historia del Tour. Había una normativa por la que no se podían programar cronos de este tipo más allá de la primera semana, pero un permiso especial obtenido por los organizadores ha hecho que veamos esta novedosa jornada. Más que criticar lo que hace el Tour (organizar) habría que ir a lo cuestionable de la norma: o se ponen en el primer día de competición, cuando aseguras (prácticamente) la presencia de todos los corredores, o no la dejas poner. A mí esa ley de tan solo en la primera semana de competición no me convence en absoluto, puesto que el argumento de que un equipo puede llegar mermado a la novena etapa también puede esgrimirse en la cuarta o en la quinta o en la sexta etapa...
Sigamos con el recorrido. Una primera semana notable con esa primera crono, la llegada al Mur de Huy (no descartemos un perfil quebrado en esa etapa) en la tercera jornada (lunes 6 de julio):
Llega el pavés en la cuarta etapa, la más larga de la edición de 2015:
El viento puede ser protagonista en las siguientes jornadas, hasta llegar al segundo fin de semana de carrera, donde están programadas dos interesantes etapas: el final en Mur de Bretagne, allá donde venciera Cadel Evans en el 2011, y la comentada crono por equipos, de 28 kilómetros (los dos últimos picando para arriba), que puede ser todo un quebradero de cabeza para más de un equipo.
Llegará el descanso el 13 de julio, lunes, para afrontar la segunda parte de este extraño Tour de Francia. Y esa segunda parte se abre con una jornada unipuerto, de 165 kilómetros que culminan en la dura Pierre Saint Martin:
Perfil de Altimetrías.net. Hasta la Estación de Esquí de Arette.
La etapa siguiente da protagonismo al Tourmalet, sin ninguna duda. Casi 190 kilómetros (y 3500 metros de desnivel), terreno pestoso hasta Arreau para ascender Aspin y, luego, el rey de los Pirineos. El final no será en puerto, sino en el pueblo de Cauterets, imitando ese final en Aprica que tanto nos gusta a los aficionados...
Al día siguiente, la etapa reina de los Pirineos, con final en el duro Plateau de Beille, con 4 puertos (a la espera de la posterior catalogación de la organización, siguiendo lo hecho en años anteriores, 1 de 2ª categoría, 2 de 1ª categoría y el final en HC), casi 4000 metros, 195 kilómetros. ¿Hay excesiva separación entre puertos? No hay más que verlo, pero en una etapa así, siendo la tercera del tríptico pirenaico, el desgaste puede pasar factura...
Tres etapas se cuelan en la transición de Pirineos a Alpes. ¿De transición? Como digo, sin conocer todavía los perfiles de esas jornadas, hay que decir que nada de eso, puesto que la etapa de Mende, el sábado 18 de julio, finaliza en alto:
Ya en los Alpes, antes del segundo descanso, se llega a Gap, donde es tradición una etapa de media montaña. Se desconoce también el perfil, pero no sorprendería nada un puerto cerca del final en una etapa que se va a los 200 kms.
Y llega la traca final con cuatro etapas impresionantes:
3400 metros de desnivel, 5 puertos y llegada en Pra Loup, mítica subida donde allá por el año 1975 Merckx sucumbió ante Bernard Thevenet. El interés de esta etapa está en el descenso de Allos sobre todo...
4000 metros de desnivel para una etapa sin un metro de llano, pasando el colosal Glandon y el precioso Lacets de Montvernier.
4400 metros de desnivel en tan solo 138 kilómetros son los números de la jornada reina del Tour. Se puede argumentar el escaso kilometraje, que podría haber sido menos, puesto que la distancia entre La Chambre y Saint Ettienne de Cuinnes es mucho menor de esos 28 kilómetros, pero la organización ha optado por dar un pequeño rodeo y ampliar la distancia. Para mí un error de bulto, puesto que la continuidad entre puertos era mayor. Una etapa brutal, con un puertazo de salida (en el kilómetro 15), el encadenado Croix de Fer (durísima por esta cara)-Mollard y final en La Toussiere (de 18 kilómetros a más de 6% de media).
Perfiles: Chaussy, Croix de Fer y La Toussiere.
Y finalmente, para el último sábado de competición, Galibier (esta vez hasta arriba del todo, no como en 2011) y Alpe DHuez. Es un etapa que repite prácticamente la vibrante jornada del Tour 2011 en donde Alberto Contador atacó a 90 de meta...
Para el último día el paseo de los vencedores en París.
Como conclusión, un Tour extraño, como os he comentado desde el principio, debido a la poca crono, pero con una buena primera semana (de lo que sabemos, a la espera de los diseños definitivos), interesantes jornadas de Pirineos (buena unipuerto en Pierre Saint Martin; intento de dar más protagonismo al Tourmalet, puerto que en los últimos años ha visto pasos de pelotón impropios de su historia; gran jornada en Plateau de Beille, un puerto que geográficamente no goza de buenos enlazados) y gran montaña en Alpes (Toussiere y Saint Jean de Maurienne, de puro lujo).
FUENTES: Web del Tour de Francia, Altimetrías.net, Climbbybike, Cyclochallenge
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